Pages

jueves, 15 de junio de 2017

FEDERICO BAENA SOLIS

AMORCITO CORAZON, NO TE PONGAS ASI y DIME POR QUE has dejado de quereme.  TE VAS POR QUE QUIERE pues tu sabes que yo NACI PARA QUERERTE y que aunque este sea EL ULTIMO MINUTO en que estemos junto espero que NO ME OLVIDES NUNCA.

Yo solo SOY UN POBRE VAGABUNDO un ARBOL SIN HOJAS que JAMAS, JAMAS sabrá SI NECESITAS DE MI o si TRIUNFAMOS con este amor.  

Cuando suenen las DOCE CAMPANADAS me arrodillaré ante estos CUATRO CIRIOS y le gritaré al mundo que TE AMO y POR ESO TE PERDONO, pero te recuerdo que TODO SE PAGA.

Federico Baena Solís


Federico Baena Solís nació en la ciudad de México, el 2 de marzo de 1917. Sus padres fueron Eva Solís de Baena y Tomás Baena Garda; ella originaria de Puebla, Puebla, y su padre de Santander, España.

De pequeño vivió en San Martín Texmelucan y en Puebla, Puebla, y desde los 12 años de edad radicó en el Distrito Federal. Siendo aún muy pequeño se hizo evidente su gusto por la música y los deportes, en particular el fútbol y el box; practicó ambos durante muchos años y fue aficionado durante toda su vida.

Respecto a la música, su maestría y desempeño, sus múltiples éxitos internacionales y su prestigio, hablan por sí mismos de la gran vocación que tuvo y que supo cultivar y fomentar.

Estudió hasta el segundo año de la carrera de Medicina, la cual dejó para seguir su gran vocación, la música, por lo que ingresó a la Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México de 1937 a 1944.

Pero como su anhelo interno lo seguía impulsando a conocer más sobre la música, para perfeccionarse tomó clases particulares con los maestros Rodolfo Halffter, Juan B. Fuentes, José F. Vázquez y Jam Kums. Así, su primer maestro de violín fue José Rocabruna, y continuó posteriormente los estudios de violín y viola con Smilovitz, Froelich y Vladimir Vulman.

Fue autodidacta en lo que al piano se refiere, lo cual añade a su mérito la dedicación que tuvo para dominar ese instrumento.

Su primera obra musical fue Te amé, que compuso en 1939 y que hasta la fecha es una canción inédita. La primera composición la dio a conocer en 1941: Te vas porque quieres.

Con toda la fuerza de su inspiración y gran conocedor de la música, incursionó en áreas como la de arreglista, donde cosechó fama internacional. Con igual éxito se dedicó a la dirección de orquesta y a la composición de música de fondo para películas entre las que están Monte de Piedad y Los Hijos de Nadie, entre otras.

El maestro Baena se definía a sí mismo como un hombre con buen sentido del humor, de carácter tranquilo, leal, algo voluble; bastante nostálgico y romántico, a lo cual se puede añadir una gran sensibilidad, nobleza y carácter firme. Sus pasatiempos favoritos eran el dominó, el póker y el billar. De joven le gustaba mucho el baile. Además de que su gran pasión era escuchar todo tipo de música. La primera canción con la que cosechó el éxito fue Que te vaya bien. Todas sus obras fueron escritas y musicalizadas por él.

 Por su trayectoria artística recibió innumerables preseas, reconocimientos y homenajes, entre los que podemos citar la Rosa de Oro y la Fuente de Plata, ambas otorgadas por la Presidencia de la República en 1962, por haber resultado triunfador en el Primer Festival de la Canción Mexicana con el tema Ay Cariño, canción que alcanzaría éxito internacional. También recibió reconocimientos del Instituto Nacional de Bellas Artes, diplomas de la Promotora Hispanoamericana de Música (PHAM), discos de oro de compañías grabadoras, medallas como la Agustín Lara, de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) por sus 50 años de compositor, sólo por citar algunos de los muchos premios con que fue galardonado.

Una anécdota curiosa relata que con la canción En qué quedamos, interpretada por Las Hermanas Águila, tuvo tanto éxito que estaba en todas las sinfonolas del país. Una madrugada en una cantina cercana a la casa del maestro Baena, alguien puso la canción más de 25 veces; de repente, un parroquiano molesto y aturdido se levantó de su silla y balaceó la sinfonola.

Comentaba Federico Baena que le daba mucha alegría saber que seguía en el gusto del público después de una carrera de tantos años y que artistas de gran calidad continuaran grabando sus canciones. Además, le enorgulleció siempre haber sido Socio Fundador de la Sociedad de Autores y Compositores de México y hasta el final de sus días.

Otra de sus canciones convertidas en grandes éxitos son: Que te vaya bien, Te vas porque quieres, ¿Qué tal te fue?, Todo se paga, Vete por favor, Ven ven, En qué quedamos, Por eso te perdono, Yo vivo mi vida, Vagabundo, No importa corazón, Sensación, No me olvides nunca, Yo soy tu pasado, Tres problemas, Si vieras, Cuatro palabras, Árbol sin hojas, Jamás jamás, Para qué vuelves, Ay cariño, Triunfamos, Cuatro cirios, Te amo, Si necesitas de mí, Ven otra vez, A dónde voy, Doce campanadas, El final que sueño y muchas más.

Federico Baena fallece el 18 de junio de 1996 y sus cenizas reposan en la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, en la cuidad de Mexico.

viernes, 3 de marzo de 2017

ISOLINA CARRILLO ESTRADA

MI LAMENTO es que SE QUE LOS SABES, que en este CASTILLO DE ENSUEÑOS en que vivo LEJOS DE TI guardo una FIESTA DE BESOS junto a las DOS GARDENIAS que un me diste un día. 

QUE MAL TE PORTAS parece INCREIBLE que te aproveches de esta PARTE DE MI VIDA porque sabes que CUANDO ME FALTAS TU solo siento esa SOMBRA QUE BESA mi alma.

CUANDO MENOS LO PIESES voy a dejar de tener SED DE TI y entonces va a ver que no SOY TU DESTINO  y que ya no VIVIRE PARA QUERERTE.

Isolina Carrillo Estrada

Nace en La Habana el 9 de diciembre de 1907 y murió el 21 de febrero de 1996. Estudió en el Conservatorio Municipal de La Habana. En 1917 comenzó a trabajar como pianista suplente de la Orquesta de Calixto Allende, que actuaba en el cine silente Strand; más tarde lo haría en el Hisperia y el Favorito.

Posteriormente fundó el septeto Las Trovadoras del Cayo, donde además de dirigir, tocaba la trompeta; integró como pianista un trío con Vicente González Rubiera (Guyún) guitarra, y Marcelino Guerra (Rapindey), cantante; el Quinteto Siboney, con Joseíto Núñez, Alfredito León, Facundo Rivero y Marcelino Guerra (Rapindey); el Conjunto Tropicuba y el Trío Sepia.

En 1938 trabajó en CMQ radio, y después en la RHC, Cadena Azul, de Amado Trinidad Velazco, hasta 1952; en esta última creó una orquesta gigante de danzones, hizo jingles, fue pianista repertorista y acompañante. Dos Gardenias se convirtió en una especie de himno en muchos países, especialmente en España y México, donde alcanzó el Premio Ariel, en 1952, por mantenerse durante dos años, en el primer lugar de preferencia.

Muchos se preguntan ¿por qué una canción puede mantenerse en el gusto popular durante tantos años? En el caso de Dos Gardenias, como afirman críticos literarios, su texto no posee alto vuelo poético. No cabe duda, entonces, que la permanencia de esa canción, descansa en su melodía. 


El puertorriqueño Daniel Santos fue quien primero grabó y popularizó Dos Gardenias, con la orquestación de Pérez Prado, que agregó a la edición el piano acústico, trabajo novedoso para la época. Otras figuras hicieron suya la composición, Pedro Vargas Toña la Negra y Nat King Cole.

También otras radioemisoras contaron con sus servicios: La Voz de Oro y Cuban Telephone Co. André Kostelanetz le pidió una obra creada especialmente para ser interpretada por su orquesta, de ahí surgió Miedo de ti. Además, tocaba guitarra, Tres (Instrumento musical), bongó, órgano, que estudió con Rafael Palau en la Catedral de La Habana, y trompeta, que estudió con Lázaro Herrera; como cantante interpretó boleros, tangos, guarachas, así como obras de Ernesto Lecuona y en ocasiones lo hacía en inglés.

Fue profesora de canto. Realizó giras por Venezuela, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana, Buenos Aires, Montevideo, Santiago de Chile, Lima y México.

En el plano nacional son muy apreciadas las versiones de Dos Gardenias de Vicentino Valdés, Elena Burke, Fernando Álvarez, Alberto Ruiz, Roberto Sánchez y Antonio Machín, que poco antes de morir la colocó entre los primeros lugares en España.

Recordemos, pues, a Isolina Carrillo, quien entre