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viernes, 15 de julio de 2016

GONZALO CURIEL BARBA

ANOCHE mientras caminaba A SOLAS, CON MI GUITARRA por CAMINOS DE AYER, aquellos  que siempre me llevan a la AMARGURA me hice a mi mismo una CONFESION, que por esta VEREDA TROPICAL debo encontrarme UN GRAN AMOR que deje sobre mi piel ese SABOR A BESOS que solo se encuentran en una NOCHE DE LUNA o una MAÑANITA FRIA.

LUNA AMIGA, LLEVAME donde esa MORENILA LINDA para que susurre a mi oído la ESPERANZA que deja ESTA NOCHE AMOR.

Biografia obtenida de: http://www.sacm.org.mx

Gonzalo Curiel Barba

Gonzalo Curiel Barba nació el 10 de enero de 1904 en Guadalajara, Jalisco. Sus padres fueron el C.P. Juan Nepomuceno Curiel Guerrero y la señora María de Jesús Barba Riestra. Tuvo dos hermanos, María Elisa y Juan Luis.

Desde niño mostró un gran gusto por la música. A los seis años aprendió a tocar el piano y más adelante, la guitarra y el violín.

En su ciudad natal cursó todos sus estudios, hasta el cuarto año de Medicina, carrera que estudió debido a que su padre le exigía un título profesional. Sin embargo, su gran vocación por la música se impuso, y en 1927 dejó la universidad para trasladarse a la ciudad de México. Ya instalado en la capital trabajó como pianista en una casa de música, donde se grababan rollos para pianola.

Como pianista se inició profesionalmente en la música, tocando en la XEW, donde luego de dos meses de haber ingresado, el doctor y cantante Alfonso Ortiz Tirado, quien al día siguiente salía a una gira internacional, recibió la noticia de que su pianista estaba enfermo, por lo que le pidió al maestro Gonzalo Curiel que lo sustituyera.

Esta gira le brindó a Gonzalo la oportunidad de dar a conocer su trabajo y su talento, y le sirvió de plataforma para que más adelante pudiera crear grupos musicales y convertirse en uno de los primeros artistas que trabajaron al frente de su propia orquesta.

Fue así como surgió el Grupo Ritarmelo (ritmo, armonía y melodía), integrado por Emilio Tuero, Pablo y Carlos Martínez Gil y Ciro Calderón y dirigido por Gonzalo. Después, buscando siempre innovaciones, formó Los Diablos Azules y Los Caballeros de la Armonía. 

Así, finalmente dio vida al que sería su famoso Escuadrón del Ritmo, que llegó a tener gran renombre y marcó toda una época entre las orquestas de baile en eventos sociales, así como de variedad principal en teatros de revista.

Con esta orquesta realizó giras por todo México y Estados Unidos, además de Brasil, Argentina y Chile. De este grupo surgieron músicos y compositores cuya fama perdura hoy en día.

Durante su carrera Gonzalo Curiel incursionó en tres importantes áreas de la música: la popular, la de fondo para películas y la sinfónica.

Dentro de la música popular su obra fue muy amplia, pero sin duda es Vereda tropical la canción con la que obtuvo mayores éxitos, debido a la popularidad que adquirió tanto nacional como internacionalmente. Su canción Temor también fue de las que más llegó al gusto del público.



Entre otras creaciones de Gonzalo Curiel consideradas como éxitos, están: Un gran amor, Caminos de ayer, Son tus ojos verde mar, Amargura, Incertidumbre, Calla tristeza, Dime, Morena linda, Noche de luna, Desesperanza, Dolor de ya no verte, Esperanza, Me acuerdo de ti, y Llévame.

En la mayoría de sus canciones escribió tanto la letra como la música, y también realizó algunas en coautoría, como El mar y En cada puerto un amor, con Ernesto Cortázar; Deseo, Sorpresa y He querido olvidar, con Alfonso Espriú. Con Ricardo El Vate López Méndez compuso Déjame, Tu boca y yo, y Tu partida, mientras que con Mario Molina Montes hizo De dónde vienes y Mira cuántas cosas. En mancuerna con Gabriel Luna de la Fuente creó Inevitablemente.

Gonzalo Curiel contribuyó de manera importante en más de 180 películas de la Época de Oro del cine nacional, además de que musicalizó producciones para el cine estadounidense y el francés. En 1954 se hizo acreedor al premio Ariel, por la música de fondo de la película Eugenia Grandet, que protagonizó Marga López. En 1958 fue nominado por Vainilla, Bronce y Morir, en la que actuaron Ignacio López Tarso y Elsa Aguirre.

Entre otras cintas musicalizadas por Gonzalo Curiel se encuentran: Soy un Prófugo y A Volar Joven, ambas con Cantinflas; Lo que le Pasó a Sansón, con Tin Tan; Ángel o Demonio, Santa, Paraíso Robado, La Casa de la Zorra, Cantando Nace el Amor, Hombres de Mar, Cartas a Eufemia, El Genial Detective Peter Pérez, y muchas más.

También compuso tres conciertos para piano y orquesta, con tres movimientos cada uno. Estas obras representaron la culminación de su sólida preparación y su carrera musical.

Gonzalo Curiel, compartiendo ideales con Alfonso Esparza Oteo, Ignacio Fernández Esperón Tata Nacho y Mario Talavera, entre otros, y para mejorar la situación económica de los compositores, fundaron el Sindicato Mexicano de Autores, Compositores y Editores de Música (SMACEM) y, posteriormente, la Sociedad de Autores y Compositores de México, institución de la que fue, en dos periodos, Presidente del Consejo Directivo.

En vida recibió muchos reconocimientos de diversa índole, pero han sido más los que se le han hecho después de su fallecimiento: algunas calles y avenidas en la República Mexicana llevan su nombre; varios bustos de bronce inmortalizan su recuerdo; se colocó una placa en la casa donde nació, y en febrero de 2001, el Gobierno de Jalisco develó el Muro de los 100 Jaliscienses Ilustres, en donde figura el maestro Curiel.

Gonzalo Curiel falleció de un infarto al miocardio, en su hogar, el 4 de julio de 1958. Sus restos reposan en el Panteón Jardín de San Ángel, en la ciudad de México.

En 2009 el maestro Gonzalo Curiel Barba fue galardonado por la Sociedad de Autores y Compositores de México con el Reconocimiento Póstumo Juventino Rosas, presea post-mortem instituida para honrar a los autores mexicanos cuya obra haya trascendido las fronteras lingüísticas y culturales para gloria de México en el mundo, permaneciendo vigente hasta nuestros días.


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