LA NOCHE DE
ANOCHE me la pasé PENSANDO EN TI y en TU FELICIDAD y aunque sé que tú HAS
DUDADO DE MI yo quise hacer UNA CANCION
PARA TI, era como una CONVERSACION EN TIEMPO DE BOLERO donde te explicaba lo era mi vida, así tú no tendría que pasar POR TODAS MIS LOCURAS.
ANOCHE TE VI, EN
LA LEJARIA, y también ANOCHE APRENDI que esta ANCIEDAD DE TI me lleva por el
camino de la locura, no sé, si NO TE IMPORE SABER que esta INSERTIDUMBRE, está
DESILUSION es como una CONFUSION que siento que ando por el mundo CON MIL
DESENGAÑOS, pero este amor CRECE Y CRECE y seguirá creciendo HASTA QUE TU
VUELVAS.
René Touzet y
Monte.
Talentoso pianista y excelso compositor; que nace el 8 de septiembre de 1916, en Cojimar pueblo ubicado al este de la Habana y fallece el 17 de junio de 2003 en Miami, Florida.
Es oportuno
deslindar su prolífica carrera musical en dos grandes franjas; la de su
formación académico musical en su natal Cuba y en particular en la Habana,
donde ya a los 16 años su talento era motivo de reconocimiento al ser
distinguido con el primer lugar del conservatorio Falcón, dirigido por el
distinguido Alberto Falcón. Si bien era
un adolecente ya tenía una formación que cubría 12 años de academia con
profesores de reconocido prestigio; dos años después, suspende su formación
clásica vinculándose como pianista de la orquesta de jazz del maestro Luis
Rivera.
Sin cumplir los
20 años se convierte en director de una orquesta de 16 músicos, presentándose
en el Gran Casino Nacional de La Habana y en La Taberna Cubana, lo particular
de esta novel nomina es que sus integrantes se convertirían en los más
destacados músicos cubanos en mucho tiempo; integrada por el maestro Touzet,
como pianista y director; José Patiño, Armando López y Arturo O’Farrill
(Chico), en las trompetas; Armando Romeu Pedro Vila, Rafael Quesada (El Cabito)
y Hugo Yera, en los saxofones; Gustavo Mas, como saxofonista tenor; José
Andreu, violín; Isidro Pérez (Isito), en la guitarra; E. Andreu, contrabajo;
Alberto Jiménez Rebollar, batería, y René Márquez, cantante quien hiciera la
voz original de la afamada composición “No te importe saber”, del maestro
Touzet, creada en el 1934.
En ese tiempo trabaja como pianista de las
Orquestas del Catalán Enrique Madriguera, de Xavier Cugat, de Stan Kenton, de
Carlos Molina agrupaciones y como pianista de la orquesta de su paisano Desi
Arnaz.Ya en Nueva York, acompaña grandes voces latinoamericanas como a la
Ponceña Ruth Fernández, a Carmen Delia Dipini, al Gordita de Oro Myrta Silva,
María Luisa Landín y produce para 1954 un trabajo recordando incunables piezas
musicales de compatriotas suyos como Lecuona Eliseo Grenet, Miguel Matamoros,
Enrique Jorrin y otros.
Para el 1972 Touzet se radica en Miami, Florida,
dedicando sus esfuerzos a desarrollar las fusiones y mezclas de lo netamente
cubano con las esencias de Jazz, incluyendo algunas obras en la llamada música
culta (Danzas, Sonatas, Vals. etc.).
Además de las
dos hijas del matrimonio con doña Isabel González fue padre de Olga María
Touzet Guillot, de su relación con la cantante y famada bolerista Olga Guillot
con quien desarrollara algunos apartes de la carrera musical de la cantante, su
última unión se dio con Doña Mercy Ramos.
Dentro de los
múltiples trabajos realizados por el maestro recordamos: Cena en la Habana en
1954, para la Rca Victor, Pachanga Diferente en el 1961, El encanto del
chachacha; Chacha Rhythm Boys; La Pachanga; Pa chismoso tu; Chachacha For
Lovers, Bésame mucho.
Dentro de sus
múltiples composiciones que incluyen Boleros, Danzas, Música para piano,
recordamos: No te importe saber, Conversación en tiempo de bolero, Despertar,
Ansiedad de ti, Acuérdate, Algo tuyo, En la lejanía, Anoche aprendí, Anoche te
vi, Así como tú eres, Así es Aruba, Ayer te vi otra vez, Balada de la pequeña
Habana, Botoncito de rosa, Cada vez más, Canción a la luna, Canta la nostalgia,
Como la lluvia, ¿Cómo pudiste?, Confusión, Con mil desengaños, Crece y crece,
Cuando más doy... menos recibo, Cuando tú quieras, ¿Cuándo volveremos?, Cuánta
belleza, Déjame creer, De mí para ti, Desilusión, Después de querernos mucho,
Dime que sí otra vez, El dolor que no se siente, El guaguancó de los blancos,
Enamorarse es, En el día de ayer, En
pocas palabras,
Entre este mundo y Dios, eres feliz, Estampa cubana, Estuve
pensando, Experiencia, Fue una broma, Guajira, lirio de la sabana, Has dudado
de mí, Hasta que vuelvas, Hay que ser romántico, Hoy, Incertidumbre, La noche
de anoche, Las mujeres de mi Cuba, La vida es un largo camino, La vida tiene
cosas así, Locura, Lo que pienso de ti, Lo que tiene que ser, Los brazos tuyos,
Me contaron de ti, Mi Habana, cuando te vuelva a ver, Milagro de amor, Mi
música es para ti, Muchos corazones, Muñeca, Muy dentro de mí, Muy tarde, Nadie
sabe, Noche, Noche cojimera, No, no lo digas, Nostalgia navideña, No te das
cuenta, No te importe saber, Nuestro mundo, Ocaso, Oye, Parece mentira, Pero
llorar, no voy a llorar, Pero todo es amor, ¿Por qué tendrá que ser así?,
Porque te quiero, Por todas mis locuras, Presiento, Primera lluvia, Privilegio,
Qué contento estoy, Quédate así, Qué maravilloso es, Quién me convence a mí,
Quisqueya, la más hermosa, Romántico primero, Saumelliana. Serie I. Alegre,
Cervantina, Alterada, Tú y yo, Siempre en clave, Bailarina y Recordando al
maestro. Serie II. La piquiña, Cromática, Entre la y re, Cubanasa, La trece,
Danza nocturno, Encaje habanero y Cascabel. Serie III. Cumpleaños, Conversando,
Marejadas, Apasionada, Nostálgica, Jugueteando. Serie IV. Saltarina, Veleidosa,
Pensativa, Espontánea, En la b, Palmeras. Serie V. Dancita núm. 1, Dancita núm.
2, Dancita núm. 3. Serie VI. La carretilla, Ay, me equivoqué, Taca, taca. Serie
VII. Danza estudio núm. 1, Danza estudio núm. 2, Danza estudio núm. 3, Danza
estudio núm. 4. Serie VIII. Vespertina, Pincelada, La cuarenta; Caperucita
roja, 1984, texto: Carlos Irigoyen; Fantasía española, Gaviota, Impromptu núm.
1, Impromptu núm. 2, Nocturno, Preludio núm. 1, Preludio núm. 2, Suite de
danzas románticas, Zapateo cubano, paráfrasis.
Este pianista
con su talento creador se convierte en uno de los estandartes de la música
cubana en el siglo XX; nos enseñó a tener una "Conversación en tiempo de
bolero", pieza que reconocemos mundialmente en la voz de Vicentico Valdés
y las múltiples interpretaciones de su connotado "No te importe
saber"
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